DÍA MUNDIAL DE LOS OCÉANOS
El mundo tiene dos pulmones; uno verde y uno azul. Los bosques y selvas y los mares y océanos y ambos pulmones están enfermando a un ritmo alarmante. Pero sin nuestro plumón azul, no existiría el verde. De ahí la importancia de proteger y sanar nuestros océanos, pues de ellos depende nuestra existencia.
El futuro será azul, o no será.
Foto de Symeon Ekizoglou en Pexels
El futuro está en los océanos. Los mares ocupan el 70% de la Tierra, aportan la mitad del oxígeno que respiran los seres vivos y regulan el clima, lo que convierte el planeta en habitable. Pero su sostenibilidad está en riesgo. La sobrepesca, los residuos plásticos, la acidificación y el rápido deterioro de los arrecifes coralinos son las principales amenazas que acechan los océanos. Existe un problema de base que dificulta su conservación. La mayoría de las aguas son internacionales por lo que no están sometidas a ninguna regulación que garantice su protección. Sólo el 1% está protegida.
El día de los océanos es una oportunidad para concienciar sobre su importancia en nuestras vidas.
El océano absorbe anualmente cerca del 25% del CO2 que se agrega a la atmósfera debido a la actividad humana, reduciendo así el impacto de este gas con efecto invernadero en el clima.
El conjunto de los ecosistemas costeros que actúan como sumideros de carbono. Los manglares, las marismas salinas y las praderas submarinas pueden contener una cantidad de carbono cinco veces superior a la de los bosques tropicales.
Los ecosistemas de arrecifes coralinos albergan el 25% de vida marina y apenas ocupan un 1% en la superficie de los océanos.
Los productos del mar son la principal fuente de proteínas para al menos una de cada cuatro personas en el mundo.
A pesar de que solo haya un Día Mundial de los Océanos por año, debemos tenerlos en cuenta durante los 365 días, ya que si se degradan en exceso la supervivencia del planeta, de nosotros, del resto de especies animales y vegetales, se vería en serio riesgo.
Fuentes: Fundación Aquae, UNESCO
Miembros del equipo de Coral Conservation tras una observación del estado de salud del arrecife coralino del Caribe Sur de Costa Rica